Os dois técnicos assumiram as equipes em situação de risco e deram a volta por cima (Mário Sérgio, o Vesgo, contabilizou seis vitórias, duas derrotas e dois empates). Transmitiram um entrosamento incomum com jogadores, acalmando egos e mediando expectativas. Uma solução caseira adotada com sucesso pelas direções: entregar a faxina do vestiário para ídolos da torcida.
O futebol carioca, tão desacreditado, parece que recuperou seu rumo e rompeu a hegemonia paulista. Fluminense e Botafogo não foram rebaixados, o tricolor (também conduzido pelo ex-jogador Cuca) armou uma campanha inacreditável, nocateou os matemáticos (tinha 98% de cair) ao vencer todas sua últimas sete partidas. A decepção ficou por conta do Palmeiras de Muricy, que sequer entrou na Libertadores, após manter a liderança por 19 rodadas.
No Rio Grande do Sul, a rivalidade Gre-Nal não continuará a mesma, será bem mais agressiva. Com a derrota previsível - ainda que combativa - do Grêmio para o Flamengo, a flauta virou trombone. Não há credor ético, portanto inexiste trégua. Nem venha insistir em chamar o Grêmio de co-irmão, provado que o pai e a mãe são diferentes.
Por um momento, até os 25 minutos do 2º tempo, o Inter estava sendo tetracampeão em função do empate gremista. Por um momento, a avalanche do Beira-Rio festejou o gol do guri Roberson no Maracanã mais do que qualquer gol da vitória de 4 a 1 sobre o Santo André. Foi uma comoção irrepetível, uma alucinação, uma febre amarela. Quarenta mil torcedores de vermelho e branco assistindo com ouvidos os desdobramentos azul, preto e branco no Rio de Janeiro, roendo as unhas e fechando os olhos. Por um momento, qualquer colorado teve quebranto de Padre Reus e ardeu desejos de armar oferendas e pavimentar o Olímpico com rosas vermelhas. Muitos fizeram votos de silêncio, não retrucar mais nenhuma provocação, cancelar qualquer implicância com o adversário. Por um momento, seria suspensa a maior guerra entre as torcidas no país. A buzina acabaria substituída pelo pisca-alerta.
Nem sei como seria o futebol depois do armistício. Nunca saberemos. Mas certamente a batalha entre a dupla entraria em outro momento. O Saci talvez se convertesse a uma igreja, formaria uma agremiação integral de Atletas de Cristo, diante da dívida moral impagável. Aliás, é um pleonasmo, toda dívida moral é impagável.
O Grêmio perdeu a chance duma cadeira na ONU por cavalherismo e fair play.
Como seria agüentar os rivais esfregando a superioridade na cara? O que teríamos que propor para reequilibrar a balança? Como devolveríamos o exemplo?
São hipóteses de uma vitória ambígua que não ocorreu, apenas hipóteses que morrem na semana e na história.
O que é indiscutível na sabedoria do futebol: quem adere à magia negra não consegue retornar à magia branca. Os gremistas terão que arcar com o efeito colateral de torcer contra o próprio time. A atitude provoca um azar pavoroso. Os búzios consideram uma falta grave, com conseqüências fulminantes, tipo Segunda Divisão ou desclassificação na primeira fase da Copa do Brasil. Você pode maldizer seu elenco, o técnico, os jogadores, os dirigentes que vendem os craques, mas rezar contra a própria bandeira abala a ordem dos planetas e atrai severas desarmonias. O vodu produz prolongamentos dolorosos. As agulhadas nos bonecos demoram para cicatrizar.
A energia de uma torcida inteira pedindo o pior ao seu escudo cria uma nuvem negra e maldita. É como surfar no Arroio Dilúvio. Nenhum PVC irá conter o tubinho de excremento. Recomenda-se cuidado para atravessar a Azenha. A maldição geralmente fica pendente esperando uma brecha cósmica. O Grêmio vai começar 2010 com um passivo de azar. Não adianta reclamar se coisas estranhas acontecerem.
Flamengo ganó, es bastante hexacampeão. Precioso duelo entre los dos entrenadores por el título, Andrade (Mengo) y Mario Sergio (Inter), respectivamente, en 1er lugar con 67 puntos y 2 º lugar con 65 puntos. Ambos fueron los atletas que llevó a los equipos participaron en las historias principales de las constelaciones de los clubes: Andrade fue el timonel de la rojo-negro Zico, Adilio, y Núñez Raúl y Sergio Mario, la punta del invicto Inter de 1979, impulsado por la clase Falcao, Batista, Valdomiro y Jair.
Ambos entrenadores tuvo el equipo en situación de riesgo e hizo un regreso (Mario Sergio, el Cross-Eyed, publicado seis victorias, dos derrotas y dos empates). Envió una relación inusual con los jugadores, calmantes egos y las expectativas de la mediación. Una solución casera adoptado con éxito por las direcciones: para entregar la limpieza de los vestuarios de los ídolos de la multitud.
Fútbol en Río, tan desacreditada, parece que recuperó su rumbo y se rompió la hegemonía de São Paulo. Fluminense y Botafogo no se redujeron, la bandera tricolor (también dirigido por el ex jugador de Cuca) lanzó una campaña increíble, matemáticos NoCat (contaba con 98% de caída) en ganar todas sus últimos siete partidos. La decepción se debía a Las Palmas de Muricy que incluso entró en la Libertadores, tras la celebración de la iniciativa por 19 rondas.
En Río Grande do Sul, la rivalidad Gre-Nal no siguen siendo los mismos, será mucho más agresivo. Con la derrota previsible - incluso combativa - Hermandad de Flamengo, la flauta se convirtió en un trombón. No es un prestamista éticos, por lo tanto no existe tregua. Tampoco se insiste en llamar al Gremio de co-hermano, demostró que el padre y la madre son diferentes.
Durante un tiempo, hasta los 25 minutos el segundo tiempo, el Inter se están cuatro veces dependiendo de la gremista empate. Por un momento, la avalancha de Riverside celebró el gol en el Maracaná Roberson niño más que cualquier otro gol en la victoria 4-1 sobre el San Andrés. Fue una emoción irrepetible, una alucinación, la fiebre amarilla. Cuarenta mil aficionados en rojo y blanco viendo la evolución de las orejas azules, blanco y negro de Río de Janeiro, mordiéndose las uñas y cerrando los ojos. Durante un tiempo, Colorado tuvo ningún quebrantamiento Padre Reus y holocaustos y deseos de crear los Juegos Olímpicos de pavimentar con rosas rojas. Muchos tomó los votos de silencio, no tomar represalias en cualquier provocación más, de cancelar cualquier implicación con el oponente. Por un momento, la mayor sería suspendido entre partidarios de la guerra en el país. La bocina se sustituirían por los intermitentes.
Nem sei como seria o futebol depois do armistício. Nunca saberemos. Mas certamente a batalha entre a dupla entraria em outro momento. O Saci talvez se convertesse a uma igreja, formaria uma agremiação integral de Atletas de Cristo, diante da dívida moral impagável. Aliás, é um pleonasmo, toda dívida moral é impagável.
Gremio perdió la oportunidad de un asiento en la ONU por Cavalheri y el juego limpio.
¿Cómo resistir la superioridad del rival de roce en la cara? ¿Qué propondría usted para restablecer el equilibrio? ¿Cómo devolveríamos ejemplo?
Si las posibilidades de una victoria que no fue ambigua hipótesis, sólo que mueren en la semana y en la historia.
Lo que es cierto en la sabiduría de fútbol: los que se adhieren a la magia negro no puede volver a la magia blanca. El gremistas tendrá que hacer frente a los efectos secundarios de torcer en contra de su propio equipo. La actitud provoca una desgracia terrible. Las conchas considera como falta grave y con consecuencias fulminantes, como la Segunda División ya la baja en la primera fase de la Copa de Brasil. Usted puede maldecir a su equipo, entrenador, jugadores, dirigentes que venden las estrellas, sino para orar en contra de su pabellón socava el orden de los planetas y atrae desarmonías severas. Extensiones Voodoo produce dolor. Las agujas en muñecos tardan en sanar.
La energía de una multitud pidiendo lo peor cuando su escudo crea una nube oscura y maldita. Es como navegar en Arroyo Diluvio. No tubo de PVC contienen los excrementos. Se debe tener cuidado al cruzar el molino de agua. La maldición consiste en la espera de un abismo cósmico en espera. El gremio comenzará 2010 con un pasivo de oportunidad. Ningún uso quejándose de que suceden cosas extrañas.
Site: http://www.flamengo.com.br/
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